La Subcomisión Judicial de Supervisión de la Cámara de Representantes mantuvo una audiencia en la Corte Federal de Charlotte para analizar cómo se está manejando la ola de violencia que afecta a la Ciudad Reina.
Especialmente tras el asesinato de la joven ucraniana Iryna Zarutska, en el tren urbano de la ciudad. Las fianzas sin pago, el tiempo que permanecen arrestados los sospechosos (en lo que se conoce como la puerta giratoria de la justicia) y la falta de comparecencia en corte de los acusados, estuvieron en el centro de la discusión.
Durante la audiencia se oyeron desgarradores testimonios de los familiares de algunas víctimas. Entre ellos el de Mia Alderman, abuela de Mary Collyns, una joven que fue brutalmente asesinada en 202 en NoDa. Su cuerpo fue encontrado en un colchón y presentaba múltiples puñaladas.
“El mismo sistema que le falló a Mary, le falló a Iryna”, expresó Alderman.
Otro de los testimonios que acaparó la atención fue el del padre de Logan Federico, Stephen Federico. Su hija fue asesinada, en mayo, por un hombre que entró a robar en una casa donde ella se encontraba de vacaciones con sus amigos en Carolina del Sur.
Logan solo tenía 22 años y murió arrodillada pidiendo clemencia por su vida. Fue encontrada horas después. El asesino, Alejandro Dickey, había sido arrestado más de 30 veces y dejado en libertad.
Los testimonios coincidieron en que si los criminales implicados hubieran estado en prisión, la historia hubiese sido diferente. Los legisladores aseguraron que llevarían esos reclamos a Washington.
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